Por: Maribel Belaval, el 18 de marzo de 2009, 07:47 AM
En un taller, una joven verbalizó que frecuentemente su novio se portaba mal con ella. Pero acababa cada oración: "...pero yo lo quiero". Él era desconsiderado y hasta abusador verbal. Ella se escudaba detrás de su propia sentencia: sobrellevar la relación tóxica por amor.
Muchas mujeres reconocen que son dominadas con sarcasmos, insultos, críticas, imposiciones, manipulaciones, y hasta amenazas. Se quedan en este patrón autodestructivo por sus creencias. Se encasillan en la falsa cultura de que "aguantar y sufrir", es amar. Estos mandatos internos aprendidos pueden ser determinantes. Ejs.:
-Él no desea herirme; en todas las parejas pasa lo mismo.
-Es mi deber sacrificarme, hasta que Dios disponga.
-Los hombres y las mujeres no tenemos los mismos derechos.
-Cuando está de buenas, compensa los malos ratos.
-Tengo miedo a la soledad y me da vergüenza aceptarlo.
En ningún escenario, la desconsideración y el maltrato verbal son conductas normales, sino un diseño de abuso emocional progresivo que aumenta en intensidad y frecuencia. Afectan no solo a la pareja, sino a toda la comunidad familiar y social que los rodea. Estas conductas lesionan la comunicación, la confianza y el lazo afectivo entre las parejas.
El propósito del agresor es manipular, debilitar y controlar con conductas que van socavando el auto valor de la víctima para controlarla. Estas personas negativas desplazan por sus relaciones lo que tienen en su interior. Se llaman tóxicas porque afectan adversamente a los demás.
Se necesitan dos personalidades para danzar el baile del maltrato psicológico:
- El agresor - Generalmente presenció el ejemplo de abuso verbal en su crianza. Cree en la cultura de los derechos del "macho" dominador. Es celoso o inseguro o exageradamente exigente e intolerante. Es un mal genioso temperamental y está resentido y frustrado con el sistema en el cual vive.
- La víctima - Generalmente se acostumbró a algún tipo de abuso en su crianza. Creció con baja auto estima, sin confiar en las demás personas ni en sí misma. Asume culpas ajenas, es rescatadora innata. Se sacrifica y se siente en algún grado responsable por los abusos. El maltrato verbal seguirá mientras se repita: "No puedo hacer nada, él es así".
¿Cómo romper estos ciclos de maltrato que, aunque más leves en muchos casos, siempre hacen daño a la relación? Nadie tiene el poder de cambiar a otro ser humano. Solo tenemos el poder de cambiar nuestras creencias y actitudes. Re-enfoquemos nuestras vidas hacia el interior.
Para comenzar, debemos dejar de justificar, racionalizar y minimizar el abuso. Es una realidad que nos presenta el reto de tomar una decisión interna: "Me cansé de sufrir y llorar, se acabó; yo no lo merezco".
En ese cambio de conciencia está la potencialidad de transformar el mal hábito del abuso, en una oportunidad de crecimiento para ambos. Es importante la dinámica que nuestro cambio crea en el otro. Para estar con nosotras, no tiene más remedio que ajustarse a un nuevo estilo de convivencia, más saludable. Entonces podemos hablar de amor.
La meta es dedicar tiempo y energía al proceso de empoderamiento personal. Aprender a poner límites a otros para el bien de los dos. Evolucionar con más confianza en nuestro valor.
- Reconoce tu verdad: "Me siento intimidada y soy parte del problema".
- Vive tu realidad: "Si yo no cambio, seguirá todo igual".
- Acepta tu responsabilidad: "Depende de mí".
- Reprograma tu creencia: "Yo si puedo buscar información y re-inventarme para crear una nueva realidad".
- Aprecia y valórate : "Mi vida es importante también".
- Respeta tu vida: "Asumo el poder que tengo para mejorar mi relación".
- Decide ser feliz: " Es mejor estar sola que mal acompañada".
Si el maltrato es más serio, no podemos aislarnos. Es necesario buscar ayuda externa, para no exponernos a la violencia física. Terapia, consejería y coaching de pareja son buenas alternativas. Es importante la autogestión; tomar acción.
Liberemos con nuestro propio desarrollo personal, nuestras relaciones de pareja de este mal hábito de atropello verbal. Depende de nosotras.
Si queremos tener una relación amorosa equilibrada, tenemos que empezar por ser nosotras personas bien integradas, con una autoestima saludable. Tener una idea bien clara del tipo de relación amorosa que añoramos y nos merecemos.
Describe tu situación de pareja ideal: ¿Cuál acción vas a tomar para lograr tu sueño?
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